jueves, 9 de enero de 2014

La Roca

La bahía de Algeciras es la puerta trasera para la salida de dinero español, y todo es debido a Gibraltar.

Antes de nada, echemos un breve vistazo a la Historia reciente de este pequeño enclave.

Hasta principios de 1700, Gibraltar siempre había estado en manos españolas. Fue en la cuestión de la sucesión española cuando cambió de manos. Carlos II, el último Austria muere sin descendencia y los grandes poderes mundiales mueven ficha para que España quede bajo su área de influencia. Por lo tanto, nos encontramos con dos bandos:

Por un lado, está la España fiel a Felipe V -Felipe de Anjou- (dinastía de los Borbones franceses), y por otro lado está la España fiel al archiduque Carlos de Austria. Inglaterra temerosa de una potencia francoespañola, decide apoyar a Carlos, junto con otras potencias europeas.

Es en 1704 cuando se presenta una flota angloholandesa en Gibraltar para quitarla de manos de la casa borbónica. El plan era conquistar el peñón y pasarlo a manos del archiduque Carlos de Austria.

Asalto a Gibraltar

Sin embargo, cuando la ciudad está tomada por la flota angloholandesa, el almirante inglés Rooke decide contra todo pronóstico tomar la ciudad para pasarla a manos inglesas. Aparentemente, Rooke hizo este acto sin órdenes de Inglaterra. Sin embargo, Inglaterra siempre había ansiado este enclave, pues era un punto estratégico muy importante. Había sido un acto completo de piratería.

Ya en 1713, este suceso se formalizó y quedó inmortalizado en el Tratado de Utrecht, donde España cedía el peñon a manos inglesas. Desde entonces, Inglaterra ha incumplido reiteradamente las condiciones quen el el Tratado se firmaron, como su extensión del territorio.

Desde su toma, Gibraltar ha estado continuamente aumentando su territorio, incumpliendo así lo acordado en el Tratado de Utrecht.

Gibraltar, paraíso fiscal en suelo español

Gibraltar tiene 21.770 empresas registradas, y sólo el 10% de ellas pagan impuesto. Las sociedades extranjeras que se establecen en el Peñón disfrutan de condiciones ventajosas como un impuesto de sociedades mínimo (alrededor de un 10%), un IRPF ridículo o la ausencia de IVA. Este jugoso cóctel atrae a empresas extranjeras que, las cuales podrían alojarse en los alrededores o en la costa andaluza, lo hacen en Gibraltar, haciendo imposible al territorio español competir con este enclave. Por así decirlo, el dinero español se está yendo por la puerta trasera.

Por ello, las ciudades circuncidantes de la bahía de Algeciras ven también cómo el Peñón hace mella en sus economías. Así mismo, las constantes ampliaciones de Gibraltar la están haciendo más atractiva que sus vecinos. Es por ello, un mal que hay que extirpar y que Europa hace oídos sordos.

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